La carrera para producir pulsos de láser cada vez más rápidos ha establecido un nuevo récord, y podría conducir a avances en nuestra comprensión de la física a nivel de átomo. Un equipo de ETH Zurich acortó el pulso de rayos X a solo 43 attosegundos ( 10-18 segundos), lo suficientemente rápido como para poder observar el movimiento de los electrones a cámara lenta. Eso, a su vez, hace que sea realista estudiar procesos extremadamente rápidos, como la formación de enlaces químicos o la creación de electricidad en las células solares.