Hombres padecen un 63% más de pérdida de cabello, el injerto capilar la mejor opción según especialistas
/COMUNICAE/
Que sea inevitable no significa que deba ser aceptado o que quienes la padecen tengan como única solución la resignación. Perder el cabello es un estigma que corroe la personalidad y puede llevar a extremos tales como la ansiedad o la depresión.
La población que más sufre sus devastadores efectos es la masculina, ya que hay un 63% más de hombres con calvicie que mujeres. La pérdida de cabello es una condición irreversible desde el punto de vista biológico, pero restaurable desde la perspectiva científica
El trasplante capilar, también conocido como microinjerto de cabello o implante capilar, consiste en una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que tiene la finalidad de restaurar el cabello en las zonas en las que se ha perdido el folículo, lo que hace imposible que vuelva a crecer.
Las causas por las que el folículo se pierde están directamente relacionadas a los distintos tipos de alopecia que existen.
Para realizar un trasplante capilar, se necesitan dos zonas: la zona donadora y la zona receptora. La donadora se extrae de una parte del cuerpo menos visible que el centro, los costados o la parte frontal de la cabeza, mientras que la receptora es la que sufre de calvicie. Generalmente, las partes más usadas como zonas donadoras son: la nuca o el vello corporal.
Los folículos existentes en la nuca están conformados por una genética diferente a la de los folículos de la zona frontal de la cabeza. De tal forma que, mientras que los frontales resultan altamente vulnerables a la caída, los de la nuca son inmunes a ella. Esto garantiza la durabilidad del trasplante.
El vello corporal es la mejor alternativa para pacientes que no tengan suficientes folículos en la nuca. Por lo tanto, un paciente con escasos folículos en las zonas doradoras de preferencia, no tiene por qué prescindir de un tratamiento que le devolverá la confianza en sí mismo.
Cualquier parte del cuerpo puede recibir un trasplante capilar. De modo que la persona que desee poblar sus cejas, lucir una barba copiosa o un elegante bigote, puede hacerlo mediante esta técnica sencilla e indolora.
“No es necesario manifestar una calvicie evidente para beneficiarse de este tratamiento,” manifestó el Dr. Enrique Orozco, especialista en trasplante capilar, certificado por la ABHRS y CEO de la Clínica DrEO. “Algunas personas que presentaban áreas difusas con pérdida de cabello se lo han practicado y los resultados obtenidos fueron más allá de sus expectativas.”
Pasos para el trasplante capilar
En solo tres pasos, se puede volver a lucir una cabellera abundante y vigorosa. El procedimiento de implante capilar se realiza de la siguiente manera:
Extracción de los folículos de la zona donadora
Diseño
Implante de los injertos
Existen dos técnicas para extraer los folículos de la zona donadora:
FUT o técnica de tira
Técnica FUE
No existe una técnica mejor que la otra, sino que ambas tienen sus respectivas ventajas y son muy buenas si resultan aplicadas por los profesionales correctos. La experiencia en el campo de los trasplantes juega un rol insustituible a la hora de garantizar resultados al paciente.
“En los últimos tiempos hemos visto una marcada preferencia por parte de los pacientes de la técnica fue,” manifestó el Dr. Enrique Orozco.
La última palabra con respecto a la elección de una u otra la tiene el paciente. El médico evaluará la situación y recomendará la que crea más conveniente para el caso en particular.
“En nuestra clínica le dedicamos el tiempo que sea necesario a cada paciente para evaluar su condición y los resultados a los que aspira,” dijo el Dr. Enrique Orozco. “Sin embargo, dejarle a cada paciente la capacidad de elección es parte del profesionalismo que nos destaca.”
A su vez, existe la posibilidad de fusionar ambas técnicas para lograr un resultado más preciso según las características de ambas zonas participantes.
¿Cómo vive el paciente el procedimiento del trasplante de cabello?
Un trasplante capilar es una intervención sencilla y no traumática para el paciente. Se trata de un procedimiento ambulatorio, así que una vez que se termina, la persona se puede ir a su casa. Su duración oscila entre las cuatro y las nueve horas y depende de la cantidad de cabello a trasplantar y de las características del paciente.
La anestesia que se aplica es local, de modo que el paciente estará consciente a lo largo de la intervención, aunque también algunas veces se le puede suministrar algún sedante para que se relaje durante el proceso.
El posoperatorio del trasplante capilar
Si bien el paciente se puede ir a casa en el momento en que termine la intervención, debe saber que gran parte del éxito de esta dependerá de los cuidados posteriores que lleve a cabo.
Como todo injerto, la zona que lo recibe debe aceptarlo e integrarlo a los tejidos que hay en ella. Los folículos quedarán fijados a su nueva área en un máximo de siete días después del injerto. Hasta ese momento, se podrá hacer vida normal hasta cierto punto, ya que debe evitarse lo siguiente:
Tocarse la zona del implante
Exponerse al sol
Esfuerzos físicos intensos
Consumo de alcohol
El trasplante capilar carece de efectos secundarios, pero sí puede provocar inflamación en el rostro. Ante esto, no hay que preocuparse, ya que es una reacción normal del cuerpo debido a una intervención tan cercana a la cara. Por más que se torne molesta, hay que saber que es esperable.
Cómo garantizar el éxito de un injerto capilar
En un procedimiento médico-estético, no se pueden dejar detalles al azar. La atención del profesional a cargo debe estar puesta en todo lo que garantice que la intervención saldrá con éxito. Por ello es que una evaluación previa al injerto es un proceso ineludible para hacer un diagnóstico certero y recomendar la mejor opción disponible. Los aspectos que un profesional evalúa y toma en cuenta son los siguientes:
Sexo del paciente: Mientras que a los hombres se les extraen los folículos de la nuca en forma de herradura ascendente, en las mujeres se evita la curva de los costados de la cabeza porque con el paso del tiempo, esos folículos tienden a debilitarse.
Diseño: Injertar cabello es como diseñar un paisaje. Este debe lucir atractivo y natural a la vista. Por ello es que resulta necesario tomarse el tiempo de hacer un correcto diseño del área receptora. Los factores que el profesional tomará en cuenta son la edad del paciente, sus facciones y las posibilidades que su propio cabello presente.
Conservación: Un folículo tiene vida, la cual debe ser conservada con los mismos medios de cultivo que se utilizan para preservar los órganos vitales. Es así que el profesional necesita conocer y disponer de los medios necesarios para que los folículos se mantengan intactos desde su extracción hasta el momento de ser implantados.
Agilidad con delicadeza: Velocidad no es sinónimo de atropello, ya que si los folículos resultaran traumatizados debido a una maniobra brusca o indebida, el cabello podría no crecer una vez culminado el trasplante.
Extracción: La precisión en el proceso de extracción hace la diferencia entre un trasplante exitoso y uno fallido. Esta debe ser meticulosa y homogénea.
Energía: Antes del trasplante, el folículo necesita recibir la energía necesaria para sobrevivir el lapso transcurrido entre su extracción y la creación del lecho receptor con su respectivo tejido vascular.
“La ética profesional nos lleva a hablarle a nuestros pacientes con la verdad,” dijo el Dr. Orozco. “Nuestra prioridad es garantizarle a la persona un cambio significativo, de máxima calidad y duradero. Sin embargo, cuando las condiciones biológicas no están dadas para ello, se lo comunicamos para que no pierda su tiempo ni su dinero, ni mucho menos que arriesgue su salud.”
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