El dióxido de azufre (SO2), un gas acre e incoloro con potentes efectos tanto en la industria como en el medio ambiente, es un componente crítico de diversos sectores, como la fabricación, la agricultura y la producción de energía. El mercado del dióxido de azufre, impulsado por diversas aplicaciones y marcos normativos, presenta un panorama complejo configurado por los avances tecnológicos, los factores económicos y las preocupaciones medioambientales. En este.
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